jueves, 30 de agosto de 2012

Boletín Informativo Municipal Nª 35 - 30/08/2012

Ya está disponible en la web del Ayuntamiento de Oviedo el Boletín Informativo Municipal del 30 de Agosto de 2012.



SUMARIO

JUNTA DE GOBIERNO
- Sesión nº 38/2012, de 23 de agosto (ordinaria)
EDICTOS
- Inexigibilidad de licencia de instalación, actividad, apertura, funcionamiento y obras .
- Ejecución subsidiaria de cierre de acceso a finca en Toleo

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sábado, 25 de agosto de 2012

Actas antiguas: 03/11/1978 - Reunión ordinaria


Asistentes:
Vicepresidente: D. Carlos González Pérez, Vicesecretario; D. M. Enrique Palicio Diez, Vocales: D. Ramón Palicio Suárez, D. Francisco Álvarez Valdés, D. Pedro Suárez Rodríguez, Dª Belinda Ibarra Argüelles y D. Ángel Rodríguez Ortea, Tesorero: D. Mario Camacho Mortera, Contador: D. Manuel Pereda Carral

En Tudela Veguín, en el local de la Asociación, el día tres de noviembre de mil novecientos setenta y ocho, y a las veintidós horas, bajo la presidencia de D. Rafael Vallina Rodríguez, y con la asistencia de los señores reseñados al margen, actuando como Secretario Mª Pilar González Díaz, tiene lugar la reunión ordinaria de la Junta Directiva de la Asociación de Vecinos con el siguiente
Orden del día:
1. Información
2. Vocalías
3. Ruegos y preguntas
1. Información.
a) Bonos del cementerio: Se vendieron 225. Faltan dos mil ochocientas setenta y cinco pesetas para poder pagar al señor que lo limpió. Se hacen dos propuestas para obtener este dinero y se someten a votación:
- Subvención de la Asociación
- Vender los bonos que quedan.
Se aprueba la primera, con nueve votos a favor, uno en contra y una abstención.
Se queda también en ir al arzobispado para intentar obtener ayuda.
b) Punto de luz en La Pandiella. Se habló con el Alcalde y éste dice que vaya el vecino que nos informó con él al Ayuntamiento.
Hay que entrevistarse con el Concejal acompañados del Alcalde y pedir vuelvan a ser puestos dichos puntos de luz.
c) Cartas enviadas a los Ministerios de Vivienda y Obras Públicas. El lunes darán la fecha con el Delegado del Ministerio de la Vivienda.
Hay que enviar una nueva carta al Ingeniero Jefe de Obras Públicas.
2. Vocalías. Se lleva a cabo el reparto de vocalías que queda de la siguiente manera:
Ayuntamiento: Mario Camacho Mortera, M. Enrique Palicio Diez y Manuel Pereda Carral. Obras Públicas y Vivienda: Carlos González Pérez y Ramón Palicio Suárez.
Cultura y Deporte: Belinda Ibarra Argüelles y Ángel Rodríguez Ortea.
Sanidad: Rafael Vallina Rodríguez y Pilar González Díaz.
Prensa y Radio: Pedro Suárez Rodríguez.
Sin más asuntos a tratar, se levanta la sesión.
El Secretario
Mª Pilar González Díaz
El Presidente
Rafael Vallina Rodríguez


viernes, 24 de agosto de 2012

Boletín Informativo Municipal Nº 34 - 23/08/2012

Ya está disponible en la web del Ayuntamiento de Oviedo el Boletín Informativo Municipal del 23 de Agosto de 2012.

SUMARIO
JUNTA DE GOBIERNO
- Sesión nº 37/2012, de 14 de agosto (ordinaria)
ANUNCIO
-Sustitución temporal por ausencia de las funciones del Alcalde
EDICTOS
- Matrículas fiscales del ejercicio 2012
- Ordenanza Fiscal nº 400 “Impuesto sobre Bienes Inmuebles”. Aprobación definitiva

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domingo, 19 de agosto de 2012

Actas antiguas: 13/10/1978 - Junta con los socios


En Tudela Veguín, a trece de octubre de mil novecientos setenta y ocho, en el Salón de Actos de la AISS, tiene lugar la junta ordinaria con los socios de nuestra entidad, según lo programado de realizar este tipo de reuniones una vez al mes por lo menos. Actúa como Presidente D. Rafael Vallina Rodríguez y como Secretario el que suscribe, con la asistencia de, aproximadamente, la cuarta parte de los socios y la falta de la Secretaria y los vocales D. Pedro Mª Suárez Rodríguez y el Vicepresidente.
Orden del día:
1.       Información de las gestiones de la directiva
2.       Limpieza del cementerio
3.       Ruegos y preguntas
1. Se informa a los socios de:
a) La invitación cursada a los médicos y practicante del SOE para celebrar una reunión (sólo asistió D. José R. Glez.) prometiendo poner un cartel de las guardias en la puerta del botiquín y diciéndonos falta de interés por vivir en la localidad.
2. Se pidió el terreno situado enfrente del cuartel de la Guardia Civil, propiedad de la familia Masaveu, para hacer un parque.
c) Se está tramitando con Obras Públicas la colocación de un semáforo y paso de peatones delante de las Escuelas Nacionales.
d) Después de plantear a los socios si se hace una sestaferia, pagar a un señor o dejar que lo haga el arzobispado, se acuerda por mayoría que se contrate a un señor para limpiarlo, se hagan unos bonos para pagar el trabajo, encargándose cuatro socios de venderlos por el pueblo. El Presidente hablará con D. Domingo Vizcaíno para que realice el trabajo.
3. Ruegos y preguntas:
a) Se pide que la limpieza y regado de calles sea tres veces a la semana. Se gestionará con el Ayuntamiento.
b) Que se presione más sobre los médicos  practicante, dado que, en ocasiones, no acuden o recetan por teléfono. Se volverá a hablar con ellos.
c) Que se repartan las casas vacías que hay en la barriada San Julián. Se irá al Ministerio de la Vivienda.
La próxima reunión se celebrará dentro de un mes, en el día de la semana que sea viernes.
Sin más asuntos que tratar, se levanta la sesión.

El Vicesecretario
Manuel Enrique Palicio Díez
El Presidente
Rafael Vallina Rodríguez

jueves, 16 de agosto de 2012

Boletín Informativo Municipal Nº 33 - 16/08/2012

Ya está disponible en la web del Ayuntamiento de Oviedo el Boletín Informativo Municipal del 16 de Agosto de 2012.
SUMARIO
JUNTA DE GOBIERNO
-Sesión nº 36/2012, de 9 de agosto (ordinaria)
-Sesión nº 37/2012, de 14 de agosto (ordinaria)
ANUNCIOS
- Delegación temporal de las funciones del Concejal de Gobierno, D. José Ramón Pando Alvárez
- Delegación temporal de las funciones del Concejal de Gobierno, D. Gerardo Antuña Peñalosa
EDICTO
-Inicio de expediente de expropiación para ejecución del proyecto de construcción de la conexión del barrio de La Florida y la calle Martínez Cachero
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Tudela Veguín teme perder los fondos mineros para el centro social

Manuel Novo fue durante muchos años el gran impulsor de la asociación de vecinos de Tudela Veguín, pero la enfermedad le obligó a apartarse del colectivo. En 2010, Pedro Álvarez fue elegido como sustituto, pero tras su fallecimiento hubo que nombrar a nuevos líderes. La presidencia es ahora para Isidro Leñador. Lleva tan solo un mes al frente, pero desde la junta directiva ya tienen los objetivos claros: «la asociación existe y puede funcionar, queremos que el pueblo lo vea», asegura la vicepresidenta, Vicenta Villarino. Durante un tiempo, reconocen, «las mejoras estuvieron paradas, pero ahora impulsaremos todo de nuevo». Ya tienen puesta la vista en algunos «problemas» que hay que solucionar.
El primero de sus objetivos es la reforma de la calzada en la calle Paulino García, «con un socavón impresionante que se puede hundir cualquier día». El tesorero, Fermín Palicio, añade que «es un gran riesgo». Por ello, hace ya más de un año que lo han comunicado tanto al Ayuntamiento como al Principado, pero «no ha habido respuesta».
Más tiempo incluso llevan pendientes de la reforma del centro social. Hace dos años que se hizo el proyecto y se adjudicaron unos fondos mineros, que ahora tienen «miedo a perder». El secretario, José Ramón Mortera, cree que se ha estancado «por desavenencias entre contratistas y Ayuntamiento», pero apunta que el local, con 100 años de antigüedad, necesita una «reforma importante». Estos son sus principales objetivos. También aumentar los socios.
http://www.elcomercio.es/v/20120816/oviedo/tudela-veguin-teme-perder-20120815.html 

domingo, 12 de agosto de 2012

Actas Antiguas: 11/10/1978: Reunión Ordinaria



Asistentes:
Vicepresidente: D. Carlos González Pérez.
Tesorero: D. Mario Camacho Mortera
Contador: d. Manuel Pereda Carral.
Vocales: D. Pedro Suárez Rodríguez, D. Francisco Álvarez Valdés y D. Ángel Rodríguez Ortea

En Tudela Veguín, a once de octubre de mil novecientos setenta y ocho, a las veinte horas y en el local social de la Asociación, bajo la presidencia de D. Rafael Vallina Rodríguez, actuando como secretario D. Manuel Enrique Palicio Diez y con la asistencia de los señores reseñados al margen, tiene lugar una reunión ordinaria de la Junta Directiva, tratándose el siguiente
ORDEN DEL DÍA
1-      Médicos y practicante de la Seguridad Social
2-      Cementerio
3-      Parque
4-      Medidas de seguridad en la carretera delante de los colegios
5-      Limpieza y riego del pueblo
6-      Ruegos y preguntas.
1- Se tuvo una conversación con el médico D. José Ramón Muñoz (el otro médico y practicante no asistieron) con respecto a la vivienda, respondiendo él que considera lo mismo vivir en Veguín que en Oviedo para la asistencia a los enfermos y con respecto a las guardias que pondrían un cartel a la puerta del Ambulatorio y que actualmente no tiene ningún interés en vivir en la localidad.
2- Se propondrá en la próxima reunión de los socios si se hace una sextaferia o pagar a un señor para que lo limpie cobrando un máximo de quince mil pesetas y haciendo unos bonos para recaudar el dinero
3- El Presidente y Tesorero de la Asociación se entrevistarán con el Director de la Fábrica en esta semana para tratar sobre la cesión del terreno enfrente del cuartel.
4- Se tratará con el MOP sobre la colocación de un semáforo o de tachuelas para que los coches circulen a menos velocidad y también mejor señalización de la carretera.
5- Se hablará en el Ayuntamiento acompañando al Alcalde de Barrio para ver la posibilidad de traer un barrendero y poder regar las calles de la localidad.
También se hablará con el Concejal Sr. Madera.
6- La reunión de socios se celebrará el día trece a las veinte horas.
EL VICESECRETARIO
Manuel Enrique Palicio Díez
EL PRESIDENTE
Rafael Vallina Rodríguez

jueves, 9 de agosto de 2012

Boletín Informativo Municipal Nº 32 - 09/08/2012

Ya está disponible en la web del Ayuntamiento de Oviedo el Boletín Informativo Municipal del 9 de Agosto de 2012.

SUMARIO
JUNTA DE GOBIERNO
- Sesión nº 34/2012, de 2 de agosto (extraordinaria)
- Sesión nº 35/2012, de 3 de agosto (ordinaria)
- Delegación temporal de las funciones de la Concejal de Gobierno, Dª. Inmaculada González Gómez
- Delegación temporal de las funciones de la Concejal de Gobierno, Dª. Silvia Junco Martínez

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martes, 7 de agosto de 2012

Actas antiguas: 22/09/78 - Reunión Ordinaria


Asistentes:
Vicepresidente: D. Carlos González Pérez.
Tesorero: D. Mario Camacho Mortera
Contador: d. Manuel Pereda Carral.
Vocales: D. Pedro Suárez Rodríguez, D. Francisco Álvarez Valdés y D. Ángel Rodríguez Ortea

En Tudela Veguín, a veintidós de septiembre de mil novecientos setenta y ocho, a las veinte horas y en el local social de la Asociación, tiene lugar la reunión ordinaria de la Junta Directiva bajo la presidencia de D. Rafael Vallina Rodríguez y con la asistencia de los señores reseñados al margen y actuando como Secretario el que suscribe.
Se tramitan los siguientes temas.
Posibilidad de hacer un parque en el terreno situado frente al cuartel. Se acuerda mandar una carta a D. Elías Masaveu para tener una entrevista y ver dichas posibilidades.
Fijar días de reunión, tanto para la Junta Directiva como para la Asamblea mensual de socios. Se acuerda para la Junta Directiva todos los viernes a las 22 horas y para la asamblea mensual el primer viernes de cada mes a las veinte horas.
Se hacen cartas de invitación a una nueva reunión con la Junta Directiva a los dos médicos y practicante de la Seguridad Social, el próximo día seis de octubre y a las veinte horas.
Se trata sobre el adecentamiento del cementerio. Se acuerda ir al arzobispado y a la vez pedir voluntarios para ayudar a esta Junta Directiva a limpiarlo.
Sin más temas a tratar, se levanta la sesión

EL SECRETARIO
Pilar González Díaz
EL PRESIDENTE
Rafael Vallina Rodríguez

Jornadas de Diversidad Virtual. Parque Natural de Redes.


vía Mocedastur Blog de mocedastur el 6/08/12

Los días 10, 11 y 12 de agosto de 2012 la plataforma ciudadana Biodiversidad Virtual realizará un Testing sobre Arácnidos en el Concejo Asturiano de Sobrescobio, integrado en el Parque Natural- Reserva de la Biosfera de Redes.
El programa, impartido por reconocidos expertos nacionales, incluirá charlas y talleres sobre el reconocimiento e identificación de este grupo de organismos así como rutas de poca dificultad para fotografiar diferentes especies en su hábitat natural.
Biodiversidad Virtual es la mayor base de datos fotográficos georeferenciados sobre especies que existe en España y en la que trabajan de forma altruista cientos de personas, sirviendo así no sólo a propósitos divulgativos sino también científicos.
Durante el fin de semana se inaugurará además un nuevo Punto BV (punto de Biodiversidad Virtual) en el Albergue Municipal El Alba, a través del cual las fotografías realizadas podrán subirse a Internet e integrarse en la base de datos de Biodiversidad Virtual.
La asistencia a estas jornadas es gratuita y no son necesarios conocimientos previos.
Más información y reservas en: bv.asturies@gmail.com.
También puedes consultar la página web de Biodiversidad Virtual.
Testingpdf (73 Kb)

lunes, 6 de agosto de 2012

Tudela de Agüeria limpia su río «ante la negativa de la Confederación Hidrográfica»

Los vecinos de Tudela de Agüeria se han puesto manos a la obra y han limpiado el río que atraviesa la localidad, tras «la negativa» de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, que tiene la competencia sobre el mantenimiento de los cauces fluviales.


La asociación de vecinos «La Fontica» comunicó ayer que los residentes han efectuado la limpieza del reguero. Tudela, que fue declarado el pueblo más bonito de Asturias en el año 1970, lleva desde el 2007 intentando que la Administración «esté a la altura que le corresponde», según afirmó el vicepresidente de la asociación vecinal, Avelino García Villa. «Es difícil, ya que desde los organismos competentes cada día se ponen más obstáculos».


La asociación ha hecho varias peticiones al Ayuntamiento y al Principado, sin éxito. La colocación de pantallas antisonoras en la carretera AS-116 o la reparación del socavón del reguero a la altura del centro social son algunas de las solicitudes hechas por «La Fontica».

sábado, 4 de agosto de 2012

El cemento fragua en Agüeria

Arturo Villar
«Los de Veguín y los de Olloniego se juntan en los partidos de la Peña Tudelano, pero ni la gente de Veguín ha querido nunca que ganase el Nalón de Olloniego ni la de Olloniego el Comercial de Tudela Veguín». De un vistazo a su campo de fútbol, Arturo Villar ha destapado la realidad social compleja del valle de Tudela. En el césped de El Llerón, Tudela de Agüeria, vetusta capital de concejo de cuando este valle fue administrativamente independiente de Oviedo, el presidente y fundador del club ha identificado el centro. La mitad del camino entre las dos cabezas de esta vega del Nalón. A un lado el viejo pueblo minero de trazado semiurbano, de tradición y restos medievales y paso obligado del Camino de Santiago; al otro la villa nueva edificada urbana hace muy poco más de un siglo a las espaldas de la primera planta cementera que funcionó en España. Encajada entre los dos, puede que Agüeria sea el cemento, un lugar adecuado para mirar por encima de la competencia entre pueblos distintos y concebir un plan sobre las potencialidades comunes de esta ribera llana y accesible.


Villar, que nació en Agüeria y vive en Olloniego, que estudió parte del bachiller en Veguín, fue jugador y entrenador del Nalón y es hijo y yerno de mineros de este valle, puede sostenerlo con pleno conocimiento de causa: el fútbol, algo es algo, ha fraguado la argamasa para cimentar cierta cohesión social en esta vaguada con una cabeza en cada extremo y los viejos rescoldos de las antiguas rivalidades. Que el campo del Tudelano es un enlace y el equipo un punto de encuentro. Que en el fondo, he aquí la prueba, sí hay una comunión en lo social y una materia prima compartida que invita a pasar de puntillas sobre las desemejanzas para poner el acento en las capacidades compartidas.


«Ésta es una zona con múltiples posibilidades», se lanza Villar. Llana, con terreno libre incluso después del crecimiento voraz del polígono industrial, a un paso de Oviedo y de las cuencas mineras y de las autovías que van a León y a Gijón... Mirando desde el campo de El Llerón, el presidente de la Peña Tudelano puede observar desde el centro la porción del Nalón que recorre los confines del concejo de Oviedo desde el Sur -donde Olloniego limita con Mieres- hasta el Este, en la frontera que separa la parroquia de Box (Tudela Veguín) del municipio de Langreo. Es un lugar donde cabría, dice, si no un gran desarrollo residencial sí otro provecho aparte del que hoy le sacan las dos fases del gran polígono industrial de Olloniego-Tudela: «Una residencia deportiva», aventura, «o tal vez una gran superficie comercial. Yo hasta propuse hacer un camping de 12.000 metros cuadrados... Si se me apura, hasta sería un lugar perfecto para la feria de la Ascensión». Pero el reparto de los crecimientos del concejo ovetense decidió compensar a este universo fronterizo con el área empresarial.


En Agüeria, el reducto rural que está geográficamente encajada entre los universos más urbanos de Olloniego y Veguín, «navegamos bien» entre dos aguas. Desde aquí se percibe hoy, «poco a poco», más conciencia de valle. Por lo menos más que en el entorno de la mayoría de edad de Arturo Villar, cuando de valle de Tudela aquí «no hablaba nadie» y los de Agüeria, el pequeño reducto agrario escondido entre los polos industriales, elegido «pueblo más guapo de Asturias» en 1970, escoraban alternativamente hacia un costado o hacia otro. Él basculó primero hacia Veguín, en los tiempos en los que se estudiaba el bachillerato en la academia del Frailín, centro educativo de la otra vida activa de la villa, vecino de la iglesia en las alturas del pueblo, emblema de aquella época en la que la abundante industria local apretaba el paso a pleno rendimiento y había sesiones dobles en el cine Price, cuyo rótulo lastima hoy sobre la fachada ocre del edificio sin uso que fue su sede. Compañero de milicia de clase del cantante veguinense Tino Casal, con el tiempo le llamó también el Olloniego del pozo minero, en el apogeo máximo de la vitalidad de un pueblo volcado hacia su explotación hullera. Desde Tudela Agüeria «íbamos a coger el tren» a la estación intermedia, a Santa Eulalia de Manzaneda, dejando las madreñas acumuladas en la estación. Arreciaban los años sesenta y la suma de la población del valle tocaba techo con más de 8.600 habitantes en total y casi 3.000 de ellos en Olloniego, 2.700 en Tudela Veguín... Nada que ver con la penuria de hoy. Aquellos 3.000 que había sólo en Olloniego son ahora todos los residentes de la vega entera y el resultado resquema a los ojos de uno de la quinta de 1950 que la ha visto cambiar desde dentro, que ha tomado distancia durante veinte años de idas y vueltas como director de varias sucursales bancarias en Cantabria. El retroceso demográfico de la última década configura un caso excepcional en el concejo de Oviedo, anudado directamente al final de casi toda la industria. Es el descenso que resulta de la mezcla entre la raíz agraria del valle, su industria en retirada y la expansión urbana de la gran ciudad a espaldas de estas poblaciones fronterizas.


Tudela Veguín sigue siendo este sitio donde el silencio total inquieta, donde los niños creían que se habían quedado sordos si paraba el ruido y, aun hoy, algo pasa cuando cesa el zumbido de la cementera. La planta, menos mal, sigue aquí, casi literalmente metida en el casco urbano. Olloniego, en cambio, «no tiene ya ni un taller de bicicletas». Creció y fue el punto del valle donde construyó alguna vivienda nueva, precisa Villar. «En mi edificio ahora casi el más viejo soy yo», pero el vistazo a la travesía de la vieja carretera del Padrún, eje de la vida urbana, informa claramente sobre el deterioro de las fuentes de energía tradicionales.


Para salir adelante, o al menos para no perderse del todo, tirarán más todos a la vez, sostiene. El «yo soy tudelano» de Arturo Villar vale para Agüeria y para el valle de Tudela y esconde, deliberada o inconscientemente, una consideración de la vega como entidad colectiva que sólo tendrá sentido, asegura, «si es para sacar esta zona adelante empujando todos en la misma dirección». Porque «soy tudelano» tiene nombre de gentilicio el club de fútbol que él y unos amigos, con cincuenta socios a mil pesetas por barba, construyeron aquí en 1982. A mano. «Todo lo hicimos nosotros». Treinta años después, con la paleta cargada de cemento, son seis equipos de fútbol y uno de bolos, en total alguno más de cien jugadores reclutados en todo este otro valle del Nalón. «Muchos de Olloniego y de Veguín».
http://www.lne.es/asturias/2012/08/04/cemento-fragua-agueria/1279903.html

viernes, 3 de agosto de 2012

La industria del cemento y la argamasa social colectiva

En Tudela Veguín, el zumbido tiene todas las respuestas. Sólo la calle Tino Casal y la vía del tren separan el caserío de los depósitos de la fábrica de cemento, que tienen el topónimo del pueblo impreso en cuatro tanques pegados y forman parte de una enorme instalación fabril absolutamente visible desde todas partes. La cementera se adueña de inmediato de cualquier mirada desde este casco urbano que se eleva por la loma para mirar hacia la parte de la vega del Nalón que la planta, a fuerza de crecer, ha ocupado casi por completo. Tan importante que a la vista se diría que hasta el río, respetuoso, la esquiva por el lado más alejado del pueblo. Veguín era Veguín, y Tudela, Tudela hasta que se instaló justo aquí primero el tren y luego la primera factoría productora de cemento de España, a partir de 1898, y puso argamasa entre los dos nombres y dio a luz un pueblo nuevo. Por eso es «la industria» la respuesta. Da lo mismo que la pregunta cuestione por el origen de la población que por la involución demográfica del último tiempo.
«La industria» es la respuesta universal que sirve, combinada con otras, para explicar el declive demográfico, más severo que en Olloniego en esta población sin autopista directa a Oviedo, pero a un paso del nudo que da acceso a la Autovía Minera hacia Gijón y al comienzo del Corredor del Nalón en dirección a Langreo. Más cerca de La Felguera que de la capital de su concejo. «Un piso se compra con más facilidad en Langreo o en Oviedo», afirmará José Ramón Mortera, secretario de la Asociación de Vecinos «San Julián», haciendo memoria para concretar cuánto hay que retroceder, a lo mejor casi una década, para encontrar las últimas promociones de vivienda edificadas en Tudela Veguín. Alguien aduce que no hay demasiado espacio en esta parte más estrecha del valle y que además un pueblo vecino de una gran planta productora de cemento a veces «espanta un poco», pero hace mucho tiempo que ha quedado sentado que aquí el matrimonio con la industria era en la salud y en la enfermedad. De momento, en plena crisis aguda de la construcción, el zumbido de la cementera, unos 150 empleos directos y doscientos en total pese a la crisis de la construcción, sigue siendo la fe de vida de este pueblo.
Andrés Herraiz, alcalde pedáneo, habla con las espaldas cubiertas por la silueta ineludible de la factoría, al fondo también por el corte que la cantera le ha hecho a la montaña. Define su pueblo como este lugar que debe su génesis a la fábrica, su desarrollo y su declive a la actividad fabril. Y no sólo a ésta. La planta de cemento lleva ininterrumpidamente ahí desde 1898, pero aquí fábricas las hubo «por todos lados y de todas clases». Él trabajó en Hidrocarburos Hasa, pero la memoria incluye una sierra, tejeras, una cerámica, y, sí, también minas, y a su ritmo «dos cines -el Price conserva el rótulo a la vista-, una sala de baile, 28 bares». Se acabó casi todo y el sustituto, el gran polígono de Olloniego-Tudela, «no aligeró la necesidad que la gente de la zona tenía de trabajar», coincide Ramón Palicio. «Se trasladaron empresas ya formadas, que ya estaban funcionando», abunda Isidro Leñador, presidente de la Asociación de Vecinos «San Julián». El caso es que el apogeo de los 3.000 habitantes de los sesenta, cuando eran 8.600 en la suma del valle de Tudela, ha dejado apenas setecientos en el cogollo más urbano de Tudela Veguín y pocos más de mil en su parroquia de San Julián de Box, con más de un 25 por ciento de retroceso desde el inicio del siglo.
No le dejarán mentir sobre la ligazón industrial ni el primer chalé tras la estación del tren, que es «el del ingeniero», ni los cuarteles de planta y piso, adosados de inspiración obrera que acompañan a la travesía de la AS-354 al pasar por aquí desde San Esteban de las Cruces. Ni el grupo San Julián de Box, dos pabellones de tres alturas y ladrillo visto formando barriada obrera a la salida del pueblo por el Este. La arquitectura enseña el camino hacia el origen mientras Nieves Corgo, presidenta de la asociación local de amas de casa, vuelve hacia los más de cuatrocientos alumnos del colegio en los años setenta y los compara con los pocos más de cincuenta del curso que viene. El envejecimiento y el éxodo aderezan el cóctel que ya había anunciado la geografía: esto es la cuenca. Esto también es el valle del Nalón y aunque costó, «ha quedado claro que éste es un valle minero», afirma Ramón Palicio. Se refiere a la pelea con final feliz que terminó certificando en mayo de 2011 que «Oviedo tiene fondos mineros por Olloniego, pero desde el año pasado también por Tudela Veguín». Todo el valle es ya zona 1 de ayuda a la reconversión minera, porque hasta que cerró Coalsa, en Anieves, en 1993, «hubo hasta 1.500 mineros en el valle».
Aquella pugna por la oficialización del reconocimiento del valle minero es otro síntoma de que esto es Oviedo, sí, pero un Oviedo no sólo geográficamente más próximo a las comarcas mineras que a la capital del Principado. Uno periférico a la vez de la gran ciudad y de la cuenca hullera del Nalón. La periferia, eso sí, pesa más aquí que en otras zonas fronterizas del concejo ovetense. Vicentina Villarino, vocal del colectivo vecinal, no piensa en compararse con La Corredoria, el extremo que cierra el municipio por el Nordeste con su exuberancia residencial, pero Ramón Palicio propone a Trubia como ejemplo paradójicamente cercano. Está «más lejos de Oviedo que Veguín», trazado también a la orilla del Nalón y con su similar condicionante industrial en la Fábrica de Armas. Sin embargo, señala, allí «se supo promover un plan de construcción, hay mucha gente joven y la población se mantiene». He ahí el antídoto contra el impacto visual de la gran industria: «Si hay pisos y se venden aquí por 42.000 euros y en la ciudad por 120.000, la gente viene. ¿Por qué si no se mudaron a Trubia o a Santa Eulalia de Morcín?». También porque allí había más espacio, pero «no estamos hablando de montar aquí La Corredoria», opone Palicio, «sino de tratar de atraer a mil habitantes más».
La omnipresencia de la industria no duele además como solía desde que en esta población cementera hizo su trabajo la argamasa social reivindicativa. Indujo «una acción medioambiental ejemplar en toda España en torno a los años noventa», unos seis millones de euros de inversión de la época en filtros y en una salida para los camiones que hoy no tocan la población y «se nota». «Ni comparación con Aboño», el otro pueblo «cementero» de Asturias. Herraiz invita a imaginar Tudela atravesada «por cientos de camiones al día» y José Fermín Palicio, presidente de la asociación cultural «Amigos de Veguín», vuelve a 1998, «un año crucial» por la sutura de aquellas heridas medioambientales y la frontera del «plan de choque» que le hace decir que este lugar «no está abandonado por el Ayuntamiento. Claro que hay cosas que hacer», afirma, pero se agradece la presión social y su eco en las demandas que consiguieron esa iglesia nueva o el centro de salud, a su lado en la travesía, de fábrica igualmente reciente.
El centro social de La Manzanilla lleva demasiado tiempo esperando una remodelación integral que estuvo aprobada con fondos mineros y queda pendiente la vivienda. Hace tiempo que las únicas grúas son las que amplían con nuevas naves la superficie del polígono de Olloniego-Tudela, que se come poco a poco esta parte de la vega del Nalón y también tuvo su porción de controversia a cuenta de su nombre. José Fermín Palicio, defensor del esfuerzo coordinado en todo el valle, entiende que fue «un error de denominación intencionado» llamarlo solamente de Olloniego. Dado que las naves se extienden por el valle, fundamentalmente por territorios de Santianes, Santolaya de Manzaneda y Anieves, en Veguín entendieron justificada la recogida de firmas que ha terminado por fusionar en el nombre oficial las rivalidades de esta vega peculiar con dos cabezas alejadas y realidades en muchos sentidos compartidas.
En inglés, begin es empezar. En Tudela, Veguín es el principio. Veguín, «Veguín de allá» en la toponimia de hoy, al otro lado del río, sería el núcleo rural original, el único hasta que el trazado del ferrocarril levantó la estación en un punto equidistante entre Tudela y Veguín y para no enfadar a nadie se inventó un topónimo unificado sobre la pared del apeadero, que poco después atrajo una fábrica de cemento y ésta construyó a su alrededor un pueblo... Eso pasó aquí más o menos en los últimos años del siglo XIX, en 1896 llegó el tren, en 1898 éste trajo la cementera y juntos dieron definitivamente a la industria su papel preponderante como germen de lo que hoy se ve a simple vista, certificando que la localidad se construyó con el cemento de la fábrica y que hoy esto es «un pueblo de 106 años», concreta Ramón Palicio junto a la estación. En el principio.
Empezando tarde, sin embargo, Veguín se adelantó. Tuvo la primera planta fabricadora de cemento de España. Alguien dirá que le pasó lo que a su hijo más ilustre, el cantante Tino Casal, enterrado aquí desde su muerte prematura en 1991, con su nombre en el indicador de la calle que separa Tudela Veguín de la cementera y que sube después hacia la travesía de la carretera AS-354. Casal era ese cantante que estética y musicalmente también daba la impresión de ir un paso por delante, recuerda Palicio, amigo del músico veguinense. La prueba se la dio una de sus alumnas cuando en clase, al ver un videoclip, exclamó que «ese señor no viene del pasado, viene del futuro».
Su pueblo, que también pareció en algún momento venido del futuro, tiene menos pasado que la otra cabecera más poblada del valle, el Olloniego al menos medieval con sus restos de puente y su palacio edificado entre el siglo XIII y el XVII, y en la toponimia de la parroquia El Portazgo, asociado al cobro de un portazgo, de un arancel por el paso de mercancías en el primitivo camino de Asturias a Castilla. El retroceso rápido a los orígenes da fe de que este otro valle del Nalón tiene en sus extremos dos poblaciones de génesis y configuraciones distintas anudadas en el siglo XXI, dicen algunos de sus habitantes, por un puñado de necesidades y expectativas comunes.
http://www.lne.es/asturama/2012/08/01/industria-cemento-argamasa-social-colectiva/1278608.html

jueves, 2 de agosto de 2012

Boletín Informativo Municipal Nº 31 - 02/08/2012

Ya está disponible en la web del Ayuntamiento de Oviedo el Boletín Informativo Municipal del 2 de Agosto de 2012.
 SUMARIO
JUNTA DE GOBIERNO
- Sesión nº 33/2012, de 26 de julio (ordinaria)
ANUNCIOS
-Subasta de bienes inmuebles
-Subasta de vehículos
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Boletín completo

12/09/1978 - Reunión con las fuerzas vivas políticas y sindicales


En Tudela Veguín, a doce de septiembre de 1978, a las veinte horas, en el local de la AISS de esta localidad, tiene lugar la primera reunión con las fuerzas vivas y políticas y sindicales con la Junta Directiva de la Asociación de Vecinos, bajo la presidencia de D. Rafael Vallina Rodríguez y con la asistencia de toda la Junta. Faltaron a la reunión los médicos y practicantes de la Seguridad Social y el representante de AP(Alianza Popular).
Se abordaron los siguientes temas:
Referente a la Alcaldía:
En traída de aguas, la obra de Los Alfilorios continúa a buen ritmo y las aguas estarán en la localidad el verano próximo.
Con respecto al alcantarillado, el Sr. Alcalde dice que se está pendiente – para su arreglo- del ensanche de la carretera.
Siguiendo con nuestros problemas se trata la limpieza y riego de calles, de máxima necesidad dadas las características; el Sr. Alcalde pide ser acompañado al Ayuntamiento por representantes de la Asociación.
Las zonas sin luz en las barriadas corren a cargo del Ministerio de la Vivienda. En cuanto al ensanche de la carretera hay que informarse en Obras Públicas.
Para acabar con esta parte, se habla de la posibilidad de parque y zonas verdes, y de la necesidad de traer un jardinero municipal.
A continuación se trató el tema del cementerio, de la limpieza del mismo y arreglo del muro.
El Sr. Cura dice que la única forma de conseguir mantener a la Iglesia y sus necesidades, sería creando un fondo asistencial de una Asociación Parroquial, pagando una cuota los feligreses, dado que el Arzobispado no financia la Parroquia. El Sr. Cura no da ninguna solución efectiva con esta propuesta al mantenimiento del cementerio.
Locales de la AISS: Según la Secretaria Local, sólo se pueden usar para cuestiones laborales; sin embargo, se está utilizando para una Asociación de Jubilados.
 Con respecto a la situación escolar, el Presidente de la Asociación de Padres de Alumnos expone el peligro que corren los niños a la salida de las clases, dado que los coches pueden atropellar alguno. La solución podría ser colocar un guardia municipal, un semáforo o tachuelas.
Al no presentarse ningún representante de la Seguridad Social, se trató sobre la necesidad de residencia de los anteriores nombrados en la localidad; de informar mejor de las guardias a los vecinos y de la inadecuación del ambulatorio. En cuanto a la farmacia, se trató la necesidad de un horario de guardia.
En cuanto a la contaminación atmosférica se pedirá un estudio a Sanidad.
Necesidad de mentalizar a los vecinos de no crear basureros.
Para finalizar se acuerda seguir haciendo reuniones periódicas para intentar resolver los problemas de la comunidad, dando la Asociación las gracias a los presentes por su asistencia y sin más asuntos que tratar se levanta la sesión.
EL SECRETARIO
Pilar González Díaz
EL PRESIDENTE
Rafael Vallina Rodríguez

miércoles, 1 de agosto de 2012

Frontera minera

El puente de piedra, comido por la maleza, conserva sólo tres de sus cinco ojos y hoy va de ninguna parte a ninguna parte, por encima de un prado sin río, cortado en los extremos y con el camino pasando a su lado en lugar de por encima. Un rótulo del Camino de Santiago informa de que «la ponte de Olloniego» es de fábrica medieval, reformada en el siglo XVI y está «en seco desde 1676». La vieja pasarela resiste en pie justo antes de la entrada de Olloniego, frente al cementerio, junto al torreón cilíndrico de Muñiz y a los restos del palacio de los Quirós, recién desbrozado, detrás de una señal de «prohibido tirar basuras». Hay algún vecino dispuesto decir con sus palabras que un puente olvidado, que fue un día paso obligado sobre el Nalón en el camino a la Meseta y que ha perdido el uso, abandonado hasta por un río que «tuvo el capricho de cambiar de cauce», según escribió Aurelio del Llano al pasar por aquí en 1928, ejerce hoy mejor que nunca como metáfora del pueblo que siempre tuvo a sus espaldas. Olloniego, en otro tiempo hito en la única ruta a Castilla, también se siente a veces desplazado en esta esquina del concejo de Oviedo que está casi a la misma distancia de la capital que de Mieres y que tiene una realidad de economía minera posindustrial y un declive demográfico reciente más propios de la cuenca que de Oviedo. Esa indefinición desemboca en una impresión amarga de orfandad, se apresurará a lamentar Carmen Barbosa, la presidenta de la asociación de vecinos, en aquel desamparo del que no está en realidad «ni aquí ni allí». Pronto se extenderá la sensación de que a Olloniego el cómputo del declive minero le sale a devolver, de que ha entregado en ese proceso más de lo que ha recibido y que al final, hoy, puede que se parezca demasiado a un puente sin río que cruzar ni caminos a los lados, a un antiguo lugar de paso desplazado por la modernidad de una autovía que pasa demasiado cerca y hace demasiado ruido.

El hogar del pozo que ganó los fondos mineros para Oviedo se reivindica como tal a ojos vista, aunque no se vea el castillete, desde una placa a un costado de la iglesia con un hacha y un pico, y casco, lámpara y vagoneta, erigida en 2009 «en memoria de todos los mineros fallecidos en las minas de Olloniego y de los hijos de este pueblo que dejaron su vida en la minería». Este pueblo se sabe minero y emblema de una realidad peculiar, a veces indefinida, muy suya pero con alguna concomitancia en el resto de la vega del Nalón que va de aquí a Tudela Veguín a través de un territorio fronterizo cuya titularidad tampoco fue muy estable a través siglos. Olloniego y Tudela fueron concejos distintos e independientes de Oviedo antes de pertenecer juntos a uno solo -el de Tudela, con capital en Tudela de Agüeria- y de pasar a depender administrativamente de la capital en el año 1857. La anexión, por supuesta decisión popular, hace bromear a algún vecino de Olloniego con la posibilidad de que «ya supieran entonces que aquí iba a haber fondos mineros», porque ahora, andando el tiempo, este pueblo se ha convertido, a la vista de sus vecinos, en una mina de verdad para Oviedo. Una distinta de aquella que cerró para siempre en 1994. «Para ellos somos un fondo económico», rematará Arturo Rodríguez, presidente del grupo de montaña Armatilla.

Separados por más de 700.000 metros cuadrados de enorme polígono industrial en dos fases, en Olloniego se siente permanente el ruido sincopado de los coches que casi tocan el pueblo al pasar por una autovía sin pantallas acústicas; en Tudela Veguín se oye siempre el zumbido constante de la primera cementera de España. En Olloniego ya no hay pozo y Tudela ha perdido sólo parte de su industria, suficiente para acompasar cierto declive demográfico y la sensación de que la mancha urbana ovetense se ha expandido al margen de estas parroquias limítrofes con las cuencas mineras, Olloniego en la frontera con Mieres, Tudela en el camino a Langreo. Las dos a veces en tierra de nadie, una con sus asentamientos prehistóricos y sus restos medievales; la otra con poco más de cien años de una historia que vincula su nacimiento y desarrollo a los de la cementera que lleva en la razón social el topónimo del pueblo, y viceversa. El eco de la queja por el abandono se amortigua al alejarse de Olloniego y acercarse a Veguín, pero la semejanza salta a veces por encima de la rivalidad enquistada entre las dos cabeceras históricas de esta porción sólo administrativamente ovetense de la vega del Nalón. Son el otro Oviedo fronterizo, muy distinto al del Nordeste, física y figuradamente alejado del ensanche urbano y residencial que forman La Corredoria y Colloto. En el reparto de los crecimientos, por tradición o disponibilidad de espacios, esta vega se quedó con el de la expansión industrial. 

La contrapartida del polígono de Olloniego-Tudela, que se comió una porción abundante de la vega desde comienzos de este siglo, se antoja una indemnización leve por el descenso de la actividad industrial y la pérdida de la minería en términos de empleo autóctono. «No sacamos ningún provecho de los fondos mineros. Puede que haya diez personas del valle trabajando en el polígono», apunta Dolores Gómez en Olloniego. Y eso duele, al decir de Miguel Llaneza, secretario de la asociación vecinal de San Frechoso y vecino del viejo castillete herrumbroso, porque «todo el dinero sale de ese pozo. Era para crear empleo y este pueblo no se llevó nada», denuncia. O casi nada, o migajas que no resisten, a su entender, la comparación con las raciones del pastel de la reestructuración minera que se comieron otras áreas del concejo. Será, otra vez, la miseria de la periferia arrumbada, la sensación de Gómez de que «somos unos grandes desconocidos para el Ayuntamiento» y la certeza final, recurrente, de Llaneza: «Olloniego no es en la práctica ni Oviedo ni cuenca minera, aunque el 96 por ciento somos mineros o hijos de mineros».

Al mirar la travesía larga que ordena a los dos lados el caserío semiurbano de Olloniego siempre aparecen, enriscadas en la loma por donde el pueblo sube a mirar el valle, las tres hileras de bloques de ladrillo que configuran la barriada minera de Nuestra Señora de La Armatilla, para todos aquí «barrio de Corea». Corea está ahí para informar de aquel pasado industrial y hullero a los transeúntes que atraviesan el caserío por la carretera AS-242, la vieja de Oviedo a Mieres por el alto del Padrún, viendo una pequeña villa semiurbana de manual, con sus bloques de vivienda en altura repartidos entre limpias callejas estrechas con casas de corredor y galería y muchos hórreos. Corea enseña la realidad del declive que sucedió al fin de la minería y que aquí coincidió en el tiempo más o menos con la apertura del paso por Olloniego de la autovía de la Plata. Combinados, el ocaso de la mina y la accesibilidad pusieron los cimientos para ir rebajando los cerca de 3.000 habitantes que tenía la parroquia en los años sesenta del siglo pasado y cambiarlos por los 1.300 de 2000 o los apenas mil que resistían en la última actualización del censo, 776 de ellos en el núcleo urbano, todavía cabecera de la parroquia más habitada del valle. A ese ritmo, el Colegio de Primaria pasó «de 40 alumnos por aula a 62 en todo el centro», recuerda Carmen Barbosa, y la vida fue perdiendo los dos cines, las salas de baile, los comercios y las tres orquestas que escuchó aquí el alcalde pedáneo, Luis Michelón. A pie de castillete, la explicación del proceso se ramifica en viajes de ida y vuelta hacia el pasado. Miguel Llaneza retrocede hasta el pozo, a «la primera vez que se cerró, en 1972. Mucha gente que vivía aquí se trasladó a Oviedo, a Mieres, a La Felguera, y cuando volvió a abrir, ya no retornaron. En 1994, con el cierre definitivo, ya se acabó». Arturo Rodríguez indica en dirección a la autovía, muy audible desde cualquier punto del pueblo, y conjetura que «la caída tuvo que ser drástica desde que se inauguró, en octubre hará diecinueve años. Olloniego era, como el resto de la cuenca, un valle aislado con la vida más cerrada sobre sí misma... Ahora Oviedo está a tiro de piedra» y «sólo hay que mirar las calles», le acompaña Pablo Rodríguez, responsable de la asociación cultural y de festejos. Ahora los diez minutos de trayecto a Oviedo podrían amenazar con el fantasma de la ciudad dormitorio, malo porque todos suscribirían el deseo de Barbosa sobre la necesidad de que «esto siga siendo un pueblo», pero todavía no ha llegado. Los carriles de salida tienen más ocupación por factores múltiples y para Ramiro Marcos, presidente de la asociación vecinal de La Mortera, también triunfa aquél que dice que de aquí «los niños tienen que ir a estudiar a Oviedo desde los once años y los padres se sienten más seguros si el crío va a clase desde allí. Todo eso también influye».

Por la AS-242, que se transforma en avenida Príncipe de Asturias al hacerse urbana para atravesar Olloniego, pasan dos peregrinas del Camino del Salvador, las mochilas al hombro, y se quedan mirando a las banderas verdes que cuelgan de las ventanas. Captado su interés, ése era el objetivo, sabrán pronto que son otro emblema de la falta de atención sobre la que siempre vuelve el vecindario de esta periferia doliente. Protestan contra el ruido constante de los coches que casi atraviesan el pueblo al esquivarlo por la autovía de la Plata. Reinciden en «la gran reivindicación» de unas pantallas acústicas cuya instalación «estaba aprobada desde que se inauguró la autopista en 1993» y que siguen sin llegar, denuncia Carmen Barbosa. «Hemos empezado con las banderas verdes, pero iremos a más», prometen.

Las enseñas solas, sin más mensaje, sin decir más, invitan a preguntar los motivos que dan estímulo al espíritu combativo. A inducir la respuesta señalando hacia el centro social cerrado, a decir que «a pesar de ser una de las poblaciones más grandes del concejo no tenemos biblioteca», al parque infantil vecino de la autopista y cercado por una cinta del Ayuntamiento, «porque se está hundiendo», o a los hórreos «abandonados», remata Dolores Gómez, «que tenemos muchos y alguno desde 1772». Por no hablar del transporte y de los autobuses de la línea Oviedo-Mieres que llegan llenos y «dejan gente en tierra», o de la consideración de «zona C» para la limpieza y de rigurosa «A» «para pagar impuestos», se queja Barbosa. Por lo menos, las ramas cortadas apiladas en el viejo patio del palacio de los Quirós informan de que ha empezado, poco a poco, el plan de recuperación del conjunto histórico. De momento lustrando y desbrozando «para evitar que se caigan los muros». Luego vendrá la restauración y la cubierta, el área recreativa y la zona de juegos o el «recorrido botánico con especies autóctonas» por el entorno. La edificación de viviendas sociales alrededor puede que pueda esperar. Dadas las circunstancias, sentencia Gómez, «no vamos a pedir peras al olmo. Ya es muy importante que estén limpiando».


Lo dicen en silencio las banderas verdes colgadas en las ventanas de Olloniego y de palabra, a coro, los vecinos. La autovía A-66 esquiva el casco urbano pasando demasiado cerca y haciendo demasiado ruido. Las pantallas para proteger al pueblo están a punto de cumplir diecinueve años de retraso. «En Alemania», define Dolores Gómez, «esto sería terrorismo acústico». 

El de la carretera AS-354, la travesía de Tudela Veguín, entre el centro de salud y el colegio público de la localidad, también lleva demasiado tiempo pidiendo ayuda, amenazando con el riesgo de incomunicar el pueblo.

La vía interior que comunica Olloniego con Santianes está «cortada, medio hundida», protesta Arturo Rodríguez, y así lleva también más de cuatro años de denuncias sin respuesta.

La reforma del de Tudela Veguín se ha quedado asimismo a vivir en la lista de demandas de la sociedad civil del pueblo. Hace dos años que un proyecto de arreglo integral, con instalación de ascensores y eliminación de barreras arquitectónicas, tuvo una consignación de 300.000 euros de fondos mineros, pero el desacuerdo entre el Ayuntamiento de Oviedo y la empresa adjudicataria mantiene la obra sin hacer.

El centro social de Olloniego permanece cerrado y el grupo de baile «El Castiello», sin sitio donde ensayar. «No tenemos biblioteca», denuncian los vecinos, ni uso el parque infantil ni contenido otros edificios públicos, alguien menciona «La Sindical», «que podrían ponerse a disposición de las asociaciones del pueblo. No sobraría una acera desde el cementerio, junto al conjunto histórico de los Quirós, que al menos, agradecen, está siendo adecentado para evitar su ruina total.

Tudela Veguín echa en falta el final de las obras de saneamiento en varios núcleos, la rehabilitación de su monumento a los mineros y, a lo mejor, aunque ahora parezca ciencia ficción, el rescate de aquel plan «Veguín-Manzanilla» que prometía vivienda de protección para jóvenes. 
http://www.lne.es/asturama/2012/08/01/frontera-minera-valle-nalon-mirador-ruido-hundimiento-carretera-centro-social-servicios-servicios/1278607.html

Las raíces mineras e industriales de Oviedo

El anillo calizo que cierra la Cuenca apenas si es abierto por la estrecha puerta que, situada entre Frieres y Tudela Veguín, impide el continuo urbano entre el Nalón langreano y el ovetense. Sin embargo, Oviedo no es fluvial. El Nalón la bordea por el Sur, en las parroquias de Box, Manzaneda, Agüeria y Olloniego, las que formaron el antiguo concejo de Tudela, incorporado a Oviedo a mediados del siglo XIX, de cuya importancia histórica dan fe las ruinas del castillo que entre columnas metálicas vigila el valle.
En la peculiar organización urbana surgida de la industrialización, la capital regional cumplió la función de centro administrativo, comercial y terciario del sistema, con muy pocas funciones, como la universitaria, que irradiasen fuera de los límites provinciales. Entre las dificultades que la montaña ponía a las comunicaciones y la orientación productiva del sistema, que acumulaba mano de obra para actividades que la requerían en grandes volúmenes, el distrito industrial fue creciendo, supeditado a las necesidades nacionales básicas, dirigido desde fuera a través de Oviedo. Esta función rectora desplazó al exterior del escueto casco urbano a la industria, que se emplazó en núcleos segregados de la ciudad. Sólo algunos establecimientos de entidad, como la Fábrica de Armas, instalada en el antiguo solar del convento de la Vega se acercaban a él. Así, núcleos como San Claudio, Trubia, Olloniego, Tudela Veguín y otros de Llanera, Siero y Noreña crearon un cinturón industrial que se fortalecía a la vera de los ejes radiales de carreteras y ferrocarriles y de establecimientos señeros, como aquí son la fábrica de cementos de Tudela o las minas de carbón de Olloniego.
Cerca y lejos de Oviedo, con ferrocarril y tortuosas carreteras, estas dos pequeñas localidades tenían más en común con las formas urbanas de las cercanas ciudades mineras que con la propia capital, tan de espaldas a la industria básica y a sus inconvenientes. Su evolución, en las últimas décadas, se relaciona por ello más con el mundo minero e industrial que con los núcleos de difusión metropolitana de crecimiento reciente. 
El caso contrario, en el propio concejo de Oviedo, lo ilustran San Claudio y Trubia, además de Lugones y otras localidades de los concejos vecinos que ganan población al amparo de los flujos de redistribución metropolitana y de la puesta en el mercado de nueva vivienda. Mientras tanto, Olloniego y Tudela pierden población, porque mantienen su apego estructural a un tiempo pasado, el caracterizado por la cercanía de la residencia de los trabajadores a la fábrica o al pozo minero y por un parque inmobiliario envejecido enmarcado en un paisaje urbano poco atractivo y embolsado. Una relación rota en el actual sistema metropolitano, en el que la función residencial huye de la cercanía de las áreas empresariales envejecidas o de impacto negativo sobre el paisaje, y busca lugares abiertos y nuevos, de funciones terciarias y equipamientos públicos de mayor calidad.
Las cosas no van bien para las localidades de antigua especialización en las actividades mineras e industriales. Olloniego ha ido perdiendo residentes al compás del declive del carbón. De 1.293 habitantes en la parroquia y 882 en la localidad, en el año 2001 ha pasado a 1.122 y 832. Como es característico de las comarcas mineras centrales, a las que pertenece Olloniego, en su parroquia la población se reparte en 23 pequeños núcleos, dispersos en un paisaje que a pesar de su cercanía a la ciudad sorprende por lo agreste.
Agüeria ha pasado, en la década última, de 905 residentes a 744. Sus localidades más importantes también menguan. Tudela Agüeria de 130 a 101 y Anieves de 708 a 591 habitantes. Se deja ver, aquí también, el fin de las barriadas del hábitat minero como modelo capaz de dar respuesta a las demandas residenciales actuales de la población, en particular de la más joven. La parroquia de Box ve descender su población desde los 1.173 residentes de 2001 a los 871 de 2011, repartidos en 14 localidades. La principal, Tudela Veguín, ha pasado de 919 a 703, evidenciando la dificultad de las localidades fabriles para mantener su dimensión. La Manzaneda también ve cómo descienden sus efectivos, de 215 a 205.
Las parroquias ovetenses del valle del Nalón, en el sureste del concejo, han quedado engarzadas por las nuevas áreas empresariales, financiadas por los fondos de reestructuración minera, que han venido a ocupar casi todo el suelo de vega entre Tudela Veguín y Olloniego. Nexo de unión empresarial que aún ha de asentarse en la realidad de la economía productiva y dejar atrás un modelo de especulación con el suelo urbano y empresarial. Estas nuevas infraestructuras deberían permitir un impulso del empleo que permita el cambio urbano y de especialización funcional. Una necesaria transformación de localidades de antigua función minera industrial en pequeños centros ligados a pautas metropolitanas de nuevas actividades y atracción residencial.
http://www.lne.es/asturias/2012/08/01/raices-mineras-e-industriales-oviedo-s-memoria-valle/1278460.html

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