miércoles, 30 de mayo de 2012

Vías anuncia el arreglo de la carretera de Santianes después de cuatro años

Muy cerca de Oviedo, en el comienzo del corredor del Nalón, un pequeño pueblo de apenas 60 habitantes ha conseguido que 1.100 personas estampen su rúbrica para ayudarles. Son los vecinos de Santianes que, desde hace cuatro años, pelean para que el Ayuntamiento repare la carretera que les une con Olloniego. Allí, junto al conjunto histórico medieval, tienen el consultorio médico, pequeñas tiendas y demás servicios. «Tenemos que ir a Olloniego para muchas cosas», resume José Ignacio Matías, de la Asociación de Vecinos de Santianes.
Antes de que el vial se derrumbara en 2008, el viaje era cuestión de pocos minutos y escasos metros. Ahora deben dar un rodeo de 3 kilómetros: «Tenemos que ir hasta el final del polígono industrial y luego regresar a través de la carretera AS-244», explican. ¿Pero que hay de los tractores de esta zona rural que tienen que ir a sus fincas? No pueden circular por la carretera general ni tampoco por la que usaban antaño, cerrada con varias señales de prohibido el paso. «En realidad algunos vecinos siguen usándola, sorteando la señal porque no tienen otra posibilidad para acceder a sus tierras», aclara Matías.
La carretera dependía de la Administración regional, que antes de ceder la titularidad de la misma ya realizó alguna reparación en el pavimento. Pero prácticamente desde que llegó a manos municipales el vial permanece cerrado. «En abril de 2008, se hundió», recuerda. Desde entonces, alguna exploración del terreno y nada más. Por eso, los vecinos, cansados de solicitar reuniones sin respuesta, decidieron iniciar la recogida de firmas.
Hace unos quince días, las presentaron en el Consistorio. El concejal de la zona rural Benjamín Cabañas les ha comunicado que existe un proyecto para construir una escollera en el punto dónde el firme cedió. Las obras empezarán, les dijo, en octubre «si hay dinero». «De momento solo tenemos muy buenas palabras. Agradecemos que el concejal nos atienda, pero tras cuatro años no vamos a dejar que esto se quede así», advierten los vecinos. Dicen que la carretera «es un derecho que tenemos y por eso deben repararla. Pedimos solo que se abra no que construyan una autopista».
Máxime cuando, aseguran, la zona está bastante abandonada. Al menos antes tenían un «valle precioso», pero ahora con el polígono de por medio, los vecinos de Santianes ven sus naves al asomarse a las ventanas. La zona industrial iba a dar empleo a los jóvenes de la zona, pero llegó la crisis. «Yo creo que no hay gente de estos pueblos trabajando en el polígono», comentan en Santianes. Lo único bueno que les trajo el área empresarial fue el autobús que incrementó su frecuencia, pero que ahora también ven peligrar. En el Plan de Movilidad, recriminan, «Santianes no aparece en ningún apartado, en ninguna de las cuatro alternativas. Esperamos que haya sido un error y no un olvido». Quieren que la ruta de la línea 3 se quede como estaba y alegarán al Plan de Movilidad.
Los robos y la capilla
Por seguir con lo malo y terminar con buen sabor de boca, los vecinos de Santianes llaman la atención sobre la falta de seguridad en la zona. Los robos son frecuentes. «En el polígono se han llevado todo el cobre que han encontrado y en el pueblo han entrado en varias casas. En una robaron una caldera», cuenta Matías. La carretera abandonada por el Consistorio también es un objetivo apetecible para los saqueadores: han comenzado a llevarse los quitamiedos por las noches.
«Estamos un poco abandonados y sino mira el lavadero del pueblo que tiene más de 80 años y está olvidado», insisten. Como hasta hace poco lo estaba la capilla del pueblo, cuyos orígenes se remontan al siglo X. «Hay una inscripción que señala como en aquel siglo la iglesia fue construida por los vecinos». Ahora han hecho lo mismo para restaurarla. El Ayuntamiento puso la mayor parte de los fondos para la compra de materiales y los vecinos la pintaron y reformaron. Dentro de pocos días será su inauguración.

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