Por quinto año consecutivo, los alumnos del colegio público
de Tudela Veguín cambian las aulas por el campo. Con las manos
enfundadas en unos guantes y sin dejar de lado la pala o el rastrillo se
esmeran en la plantación de los nuevos árboles que acompañarán a los
que en años anteriores han hecho crecer en una finca del Grupo Masaveu,
situada en las proximidades de la fábrica de cementos que la empresa
posee en la localidad ovetense. Los mayores aseguran que ya son unos
«expertos». También que «estas clases molan más que las que damos en el
colegio», pero el auténtico objetivo de la actividad es concienciar a
los escolares sobre la importancia del respeto al medio ambiente. Parece
que causa efecto. «Nos lo pasamos muy bien y es muy bueno para la
naturaleza», explica la alumna Lucía Flores.
José Manuel Otero Antuña es el director del colegio de
Tudela Veguín. Los 49 alumnos del centro salen del aula para colaborar
en la plantación de otros tantos árboles frutales, una actividad con la
que se divierten, pero que sobre todo sirve para «poner en práctica lo
que estudian en la asignatura de Conocimiento del Medio». Andrea Riesa,
de 7 años, lo tiene claro. «En los libros lo estudiamos, pero aquí
aprendemos a hacerlo».
Acompañados de sus profesores y siguiendo las indicaciones
de los operarios del grupo empresarial , los pequeños disfrutaron de una
jornada lúdica y educativa, que ya es toda una tradición. Todos los
años por esta fechas, la Corporación Masaveu pone en marcha un programa
de sensibilización medioambiental en terrenos naturales propiedad del
grupo, y situados en las localidades asturianas donde la empresa ejerce
su actividad. El Grupo Masaveu mantiene desde hace años el objetivo de
compatibilizar los métodos de producción de sus factorías con el respeto
al medio ambiente. Para ello, trabajan en investigación e inversiones
que «favorezcan la sostenibilidad» de los entornos donde radican sus
empresas.
El alcalde y el manzano
Los alumnos del colegio Tudela Veguín no fueron los únicos
que acudieron a la actividad, en la que también estuvieron presentes la
responsable de la empresa Alicia Castro Masaveu y el alcalde Agustín
Iglesias Caunedo, que como los escolares se animó a plantar un manzano,
sin perder detalle de las indicaciones de los operarios y con la
dificultad añadida de hacerlo con traje y corbata.
Una mañana diferente para todos, que los hermanos Ángel y
Eloy Suárez, de 4 años, resumen como «muy divertida», y a la que están
deseando volver. «Lo mejor de todo va a ser cuando el año que viene
volvamos para comernos las manzanas».
Clases de Conocimiento del Medio al aire libre. El Comercio http://t.co/klnzuVefpT vía @elcomerciodigit
— Vecinos de Veguín (@Vecinosdeveguin) marzo 7, 2014
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