Una treintena de nuevos proyectos ocupan las instalaciones de la Cámara de Comercio en el polígono de Olloniego
Aroa FERNÁNDEZ
Desde su inauguración, en junio de 2005, el vivero ha recibido 187 proyectos, de los cuales 106 venían impulsados por mujeres. «Quizás es debido a que las mujeres tienen una mayor situación de desempleo y deciden optar por el autoempleo», justifica el gerente, Santiago Rodríguez.
Como no podría ser de otro modo, la situación económica de crisis influye en el panorama empresarial. Por eso, el tipo de proyectos son distintos. «Ahora nos llegan iniciativas más pequeñas, que necesitan menos financiación». Según Rodríguez, «la tendencia actual es hacer un plan de viabilidad y aquellas que pueden se instalan desde casa, lo que les supone un coste mínimo». El cambio también se nota en el tipo de empresarios. «Siguen viniendo emprendedores, que tienen claro que quieren montar su propia empresa, pero también hay desempleados que buscan crear su propio puesto de trabajo», detalla Rodríguez. Por eso, el vivero también ofrece, junto con la Fundación Instituto Cameral para la Creación y Desarrollo de la Empresa (INCYDE), cursos de formación y asesoramiento empresarial. Cada quince días, se preparan módulos formativos, a los que pueden asistir los empresarios. En el día a día, la Cámara de Comercio soluciona las posibles dudas.
En el semillero de empresas, una de las salas informáticas , los proyectos comienzan a germinar. Su proceso es lento, pero seguro. Para ello desarrollan un plan de viabilidad del negocio. «Se trata de poner por escrito la idea del emprendedor, llevarlo a números y estudiar el mercado al que se van a incorporar», explica Rodríguez. Un trabajo previo que evita riesgos. «Hay algunos proyectos que no parecen viables, pero el empresario es el último que tiene la palabra y es el que toma la decisión de continuar».
En el semillero, Nuria Rodríguez trabaja en el proyecto de su consultoría. «Quiero desmarcarme de lo que hay en el mercado, por eso me centraré en marketing y comercialización», asegura la joven. A finales de año pretende presentar su proyecto, y si le dan el «visto bueno» se instalará en el vivero. Su estancia no será definitiva, al que igual que las empresas que allí comienzan sus pasos. En el caso de las naves, se pueden utilizar durante tres años, con opción a un cuarto, mientras que para las oficinas el periodo es de dos años, con la posibilidad de alargarlo a un tercero.
Enrique Fernández, director de Transportes Adaptados, ya llevan más de un año en el vivero. Se instaló en abril del año pasado, aunque el proyecto ya había comenzado mucho antes. La asociación de discapacitados Santa Bárbara lleva doce años trabajando en el transporte de personas con movilidad reducida y con discapacidad. «Nacemos con una vocación asociativa, por lo que tenemos un fin social, más que económico», apunta Fernández. Aún así, los números tienen que cuadrar y parece que lo están consiguiendo, ya cuentan con 43 trabajadores y desarrollan su labor en la zona central de Asturias. «Estar en el vivero es de gran ayuda, recibimos un apoyo que de otro modo no tendríamos», asegura.
Otros emprendedores, como Jorge Menéndez, uno de los socios de la compañía Soluciones Clima, empresa especializada en climatización, acaba de llegar al vivero de Olloniego. El viernes se instaló en unas de las oficinas. Aún así, su proyecto lo tiene claro: «Trabajamos para ofrecer las mejores condiciones climáticas en distintos lugares, como el lugar de trabajo». Menéndez, de 35 años, ya trabajó en el sector. «Queremos pocos clientes para darles un mejor servicio que la competencia», afirma. La página web de la empresa comenzará mañana a funcionar.
http://www.lne.es/oviedo/2010/08/22/empresas-germinan-vivero/958114.html
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