El jueves, una comisión extraordinaria de Urbanismo
pondrá fin al debate sobre el plan de Movilidad. El equipo de gobierno
entregó ayer una copia del informe de los redactores a las 460
alegaciones a los grupos de la oposición. Del documento se desprende la
apuesta por la opción uno, de las cuatro contempladas inicialmente, con
varios ajustes. Supone la eliminación de las líneas del Naranco, 6 y 16,
las últimas incorporadas al servicio, pese a la oposición frontal de
los vecinos.
Otros han tenido mejor acogida en sus alegaciones. Las
'sucesoras' de la Línea 3 mantendrán los actuales recorridos rurales,
tanto hacia Tudela Veguín (ahora Línea L), que no hará recorrido por la
autopista; como hacia Puerto (G), aunque entrará en Montecerrao. También
Faro y Villamiana, que se incluirán en la Línea M, logran que el
autobús llegue a sus casas después de años de protestas y recogidas de
firmas.
Para la zona urbana, la principal incorporación es la
inclusión en la propuesta final de otro recorrido circular (F) que
unirá, en los dos sentidos, los principales centros de atracción de
viajeros, entre ellos el futuro Hospital Central y las estaciones de
tren y autobús. El recorrido estaba previsto en la opción tres, pero se
acepta su inclusión en respuesta a varias alegaciones.
Razones económicas
Sobre la mayor parte de la respuesta a las alegaciones
rechazadas penden razones de «sostenibilidad económica». Ese es el
argumento con el que se rechaza mantener las líneas 6 y 16. «Dentro de
los trabajos previos se establecieron unos denominados 'costes sociales'
que se fijaron en 7,35 euros por viaje por los propios usuarios. En el
caso de las líneas L6 y L16, los costes medios son de 10,77 y 15,70
euros/viaje respectivamente, llegando a alcanzar los 25 euros/viaje en
fines de semana». Por poco margen, la línea 8 (Latores), que ahora se
divide en K y M, se mantiene.
En cambio, la alternativa para El Llano o Villamorsén y
para el resto de zonas rurales que lo precisen serán «líneas de taxi a
demanda», cuyo «recorrido y horarios» se fijará de acuerdo con los
vecinos y «a la demanda real». Costará para los usuarios, lo mismo que
el billete sencillo, un euro; aunque la definición de su funcionamiento
se deja para una ordenanza, que deberá aprobarse antes de la apertura
del nuevo HUCA.
Por antieconómicas se rechazan también decenas de
alegaciones que proponían múltiples tipos de títulos con transbordo. Los
redactores apuestan por una única tarjeta de abono mensual. Descartan
también la integración en el Consorcio de Transportes «en condiciones»
que perjudiquen a los ovetenses. Y para los que demandan prolongar la
Línea 2 hasta La Fresneda, recuerdan que deben solicitarlo el
Ayuntamiento de Siero.
Por otros motivos -seguridad vial- se rechaza permitir a
las bicicletas el uso de los carriles bus, cuya expansión prevé el plan
en varios ejes de la ciudad. Tampoco se permitirá circular en bicicleta
por zonas peatonales o aceras como solicitaba AsturiesconBici. A cambio
reconocen los redactores que «por parte de la Policía Local se procura
que, salvo casos extremos, no se produzca sanción, sino únicamente el
aviso al ciclista infractor de la obligatoriedad de circular por la
calzada».
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