domingo, 10 de junio de 2012

Sextaferia en Santianes

«Gracias por esta unión. Acciones como éstas parecen pequeñas pero tienen un valor impagable», señaló Jorge Juan Fernández Sangrador, vicario general de la diócesis, al finalizar la misa que ayer ofició en Santianes para celebrar el fin de las obras de rehabilitación del templo, trabajos que fueron realizados a sextaferia por los propios vecinos.


A la celebración religiosa y posterior comida popular acudió prácticamente todo el pueblo (de 80 habitantes), así como Benjamín Rodríguez Cabañas, concejal de la Zona Rural del Ayuntamiento de Oviedo. Ambos actos contaron con la participación de la Banda de Gaitas «Ciudad de Oviedo», que actuó bajo la dirección de Vicente Prado Suárez, «El Pravianu», así como del Coro de Naves.


La rehabilitación de la pequeña iglesia parroquial, del siglo XVIII, surgió de la iniciativa de tres habitantes de Santianes a los que pronto se sumaron, de una u otra forma, casi todos los vecinos. Juntos y siguiendo un proyecto del aparejador Antonio Llaca, el pueblo se puso manos a la obra para recuperar la dañada construcción religiosa. Así, el 30 de abril de 2011, una quincena de personas inició los trabajos que se desarrollaron todos los sábados por la mañana. Ayer, a falta de algunos remates y del saneamiento exterior, que evitará definitivamente las humedades que tanto dañan el edificio, éste lucía en todo su esplendor. Las obras han concluido justo a tiempo para festejar el 24 de este mes San Juan Bautista, patrono de la localidad, día en el que recibirán el bautismo los tres últimos niños nacidos en el pueblo.


Las tareas de recuperación del edificio fueron muchas: reparación de las paredes invadidas por la humedad, limpieza de la piedra, barnizado de las puertas, cambio de la instalación eléctrica, sustitución de la escalera de acceso al coro, cepillado y barnizado de los bancos y pulido del pavimento, entre otras. «Es admirable que en estos tiempos se trabaje en común, compartiendo saberes para no dejar caer el pueblo. Es una forma de mirar al futuro», señalaba con orgullo el párroco Ángel González Suárez.


La reparación de la iglesia ha servido para unir a los habitantes de este núcleo rural, no sólo en torno a una obra, sino también para poner en marcha la asociación vecinal que a partir de ahora trabajará en favor de este pueblo. En este sentido, los asuntos más importantes a los que tendrá que hacer frente la junta directiva que preside Bautista Pantiga son, según señaló ayer, reparar lavaderos, sustituir alcantarillas, limpiar los caminos, arreglar la carretera que conecta con Olloniego -cortada por un argayo- y, sobre todo, evitar la supresión de la línea 3 del autobús de TUA (entre Puerto y Entrepeñas) que recoge el plan de movilidad urbana de Oviedo.


La mejora de la iglesia -«que es un santuario, un tabernáculo, un sagrario en medio del pueblo», resaltó el vicario Jorge Juan Fernández- ha movilizado al pueblo, que ayer se vistió de gala. Y en esta festividad tomaron parte casi todos sus moradores, como Orfelina, la vecina de más edad de Santianes. Los 92 años que está a punto de cumplir no le impidieron participar en la misa ni tampoco departir con sus vecinos en un día festivo para este núcleo rural situado a la vera del polígono de Olloniego.

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