jueves, 22 de septiembre de 2011

Dos décadas sin el gran duque


Los artistas que aspiran a ser mitos suelen tener la fea costumbre de ver su vida truncada antes de tiempo. El limbo -si es que existe- de la música está lleno de ejemplos más que evidentes. Figuras como Jimmy Hendrix, Michael Jackson, Jim Morrison, Janis Joplin o la más reciente Amy Winehouse, presumen con la edad que refleja su parte de defunción de haber dado precisamente con su muerte ese curioso paso desde lo terrenal hacia lo perenne. Tino Casal se lo pensó unos años, y decidió esperar para no dejar un bonito cadáver. Se fue un 22 de septiembre, hoy hace justo 20 años, cuando ya había pasado por un año de la cuarentena. Porque ni para eso de convertirse en leyenda era Tino Casal un tipo al uso.
Natural de Tudela Veguín, se transformó con el tiempo en un símbolo de la Movida Madrileña. Le llegaron a llamar el David Bowie español. Además de músico era estilista, decorador, pintor y escultor. Muchos de sus cuadros lucen en las casas de aquellos que compartieron con él los años 80 en un Madrid echado a la calle, ávido de reinventar una cultura en coma. Barroco y excesivo, el gran duque asturiano comenzó muy joven, con 14 años, con Los Zafiros Negros. Tras su paso por Los Archiduques, de quien fue voz principal, se tiró una temporada en Londres, donde bebió del glam para plasmarlo en sus lienzos.
Volvió a España en 1977, cuando las discográficas vieron en él un nuevo Nino Bravo. Un Bruno Lomas que volviese locas a las niñas. Hasta participó en el Festival de Canción de Benidorm en 1978. Se llevó los aplausos de la crítica, pero quedó segundo. Los jueces pensaron que darle la victoria a la canción 'Emborráchate' no era políticamente correcto. Quizás le hicieran un favor. Casal abandonó el sello Phillips y se volcó en la pintura, hasta que en el año 1980 volvió en solitario a la música, produciendo a grupos como Goma de Mascar o el mítico Obús. EMI le ficha y comienza su despegue, en las listas de ventas y como músico de culto. 'Champú de huevo', 'Embrujada', 'Pánico en el Edén' y otros éxitos se mezclan con colaboraciones con artistas como Pedro Almodóvar. Dicen que la chaqueta roja que Imanol Arias luce en 'Laberinto de Pasiones' era de él, y que el director manchego se la pidió prestada para rodar aquella escena.
En silla de ruedas
En 1985, durante un concierto y en uno de sus alardes de saltimbanqui sobre las tablas, Tino Casal se hace un esguince de tobillo en Valencia. Los médicos le piden reposo y hablan de ponerle una escayola. Todo lo contrario de lo que él tenía en mente para los siguientes meses. Su criterio le hizo incluso exagerar sus habituales poses mesiánicas en el escenario, y continuó su gira ayudado por los analgésicos y los estimulantes. Finalmente se rompió, y tuvo que quedar hospitalizado por una necrosis en la cabeza del fémur que casi consigue llevarle junto a James Dean a los 35. Quién sabe por qué, quizás porque aún no había cantado todo lo que tenía que cantar, la muerte le dio una prórroga. En silla de ruedas primero, renqueante después y entre constantes rumores sobre su estado de salud, volvió con su disco 'Lágrimas de cocodrilo'. Y allí recuperó el clásico de Barry Ryan 'Eloise', reinventándolo y convirtiéndolo en un himno que le aupó hasta el número uno de las listas.
Su último disco en vida fue 'Histeria', en 1989. Después ya nada fue lo mismo. Casal se volvió a centrar en la pintura y la escultura, además de colaborar con otros artistas. Y cuando se decidió a volver -tenía previsto grabar disco en Tokio en 1992-, un accidente de tráfico cuando regresaba junto a otros tres acompañantes de la madrileña discoteca Voltereta truncó su carrera. Una farola cerca del puente de los Franceses fue su juez, y la muerte su condena. Al día siguiente salió a la venta 'Etiqueta Negra', un recopilatorio de sus éxitos. Después vendrían más. Y ya está a la venta 'Todo Casal', un CD con 16 canciones que constituyen sus grandes éxitos, y una segunda edición especial compuesta por 8 CD+DVD con dos temas inéditos: 'But a heart' y 'Day by day'. En su memoria.

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