martes, 13 de septiembre de 2011

¿Minoría?, ¿qué es eso?


Feliz Fernández echa miradas tabernarias a Roberto Sánchez Ramos, que acaba por levantarse y pasear por el salón; por detrás, Margarita Vega discute y gesticula su enfado con Alejandro Suárez. Hasta Amador García protesta. Del Pleno, los seis concejales socialistas salen echando humo y pestes contra IU. Hace tres meses eran la leal oposición en Oviedo y socios de Gobierno en el Principado. Ayer se dijeron de todo, menos bonito. ¿Foro y el PP? Mirando.
Primero, fue quién tenía más puntos en preocuparse por el colegio Germán Fernández Ramos. Luego un choque a costa de la propuesta de IU para que el Pleno votase en contra de la reforma de la Constitución. Alfredo Carreño se remontó al endeudamiento privado, la falta de coordinación de la UE, su «preocupación» por la postura de Cascos y terminó subiéndose por las paredes (blancas) del Niemeyer para decir que «una ciudad entera se defiende hoy» de los ataques y vendettas del presidente del Principado. Dejando de lado que Avilés es una villa, la del Adelantado, y no una ciudad, Arturo González de Mesa se preguntó que qué tenía aquello que ver con la urgencia o no de la moción. Nadie le respondió. Sólo fue el principio.
A Rivi se le ocurrió preguntar dos cosas: ¿cuándo se iba a reunir el alcalde con Cascos?, que De Lorenzo dejó para el próximo Pleno, y ¿cuándo llegaría el transporte prometido a Villamiana y Faro? La respuesta no llegó del PP, sino de Feliz Fernández, que acusó al de IU de saltarse el acuerdo de la Junta de Portavoces para no hablar de transporte hasta que haya un estudio de movilidad. «Filibustero», le llamó ya Mortera, antes de acusar al anterior Gobierno de dejar pudrirse las concesiones de Veguín o Latores. El Pleno siguió, pero socialistas e IU ya estaban a otra cosa. Igual por eso se les pasó que, de nuevo, se evitó la lectura de la parte de información. En teoría, el equipo de gobierno informa al Pleno de algunas decisiones. El secretario tan sólo leyó el orden del día. Entre los acuerdos silenciados, otra vez, las liberaciones de los concejales y los asesores de los grupos, que ya se ocultó el pasado Pleno. Nadie protestó.
La falta de costumbre, sería, como la que impidió al PP perder una sola votación de una sesión con 41 puntos en el orden del día. Tras 20 años de gobierno, Gabino de Lorenzo pierde la mayoría absoluta y el Pleno ni lo nota. Mientras PSOE y PP atacan a Foro e IU con ahínco. Tal vez porque ambos son rivales que se nutren del descontento en sus filas.

http://www.elcomercio.es/v/20110913/oviedo/minoria-20110913.html

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