martes, 2 de noviembre de 2010

La escuela que no abre

La Cámara de Comercio busca un futuro para la Escuela de Hostelería de Olloniego

Sin permiso de Educación, la falta de financiación ha sido el principal escollo por el que lleva finalizada pero cerrada desde principios de 2008

En el 'Pavo Real', la sede actual de la Escuela de Hostelería, hay escaso movimiento de alumnos. Apenas se imparten unos pocos cursos. Esperando a la apertura de la nueva escuela, en el Polígono Industrial de Olloniego-Tudela, la vieja se ha ido vaciando. Pero la espera se ha alargado mucho, quizá demasiado.
Dice María José Fernández, la directora del Centro Integrado de FP de Hostelería y Turismo de Gijón que en la capital «no existe escuela desde hace años», que la gijonesa es «la representante de Asturias». Tiene 400 alumnos y otros 60 realizan cursos a distancia para el empleo y la formación ocupacional y continua, explica. Con esto último es con lo que se ha quedado la de Oviedo, con formación, dirigida sobre todo a los desempleados.
El Instituto de Educación Secundaria Leopoldo Alas 'Clarín' es el único centro que ofrece estudios relacionados con la hostelería. Se trata de un ciclo de FP de Grado Medio de Cocina y Gastronomía, 2.000 horas para aprender técnicas culinarias, repostería o conservación de alimentos, además de un periodo de prácticas en empresas.
La Escuela de Hostelería mira a Olloniego. Pero el proceso va lento: primero problemas burocráticos sobre la titularidad de la parcela retrasaron el comienzo de las obras; después, el dinero se acabó y faltaba el equipamiento. A principios de 2008, la infraestructura del polígono, construida por un suelo que cedió el Ayuntamiento a la Cámara de Comercio, estaba finalizada. Costó 3 millones de euros procedentes de fondos mineros, pero el presupuesto se quedó corto para la dotación del nuevo centro de formación de la capital.
La institución que preside Severino García Vigón y dirige Pedro Rodríguez pidió ayuda al Gobierno regional, pero se negó. De hecho, aún falta el permiso de Educación para que la iniciativa pueda ponerse en marcha. Y eso que las previsiones iniciales era que abriera el curso 2007-2008. La fecha se fue retrasando, y ya van casi tres años con la instalación cerrada.
El equipamiento de la Escuela de Hostelería en Olloniego costará 1,5 millones de euros, por lo que es de prever que no será una escuela al uso. Según avanzaron fuentes de Hostelería de Asturias, ofrecerá un tipo de formación distinta a la de actual escuela en el Campo San Francisco. Esta entidad gestiona el centro del 'Pavo Real' y es probable que se encargue después de la de Olloniego, aunque eso aún está por decidir.
Una vez resuelta la financiación, entre las dos organizaciones deberán decidir qué quieren que sea la nueva escuela: si como la actual o algo totalmente distinto. Por el coste del equipamiento, debería ser algo más. Marta González, la secretaria general de hostelería de UGT propone (como ya había hecho el sindicato con anterioridad) crear una fundación de la que formen parte los implicados «para que se dé la formación que realmente necesita el sector».
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Aunque la gestión será un dato importante, a los alumnos actuales y futuros lo que les interesa es la fecha para el traslado y los contenidos.
El presidente de los hosteleros, José Luis Almeida, aseguró tras su elección como vicepresidente cuarto de la Cámara de Comercio que el curso actual debía abrir. No fue así, por lo que ahora el margen se amplía hasta septiembre de 2011. Casi un año debería ser tiempo suficiente para que la nueva escuela pueda abrir antes de que se celebren los cuatro años cerrada. Aunque si, de repente, todo lo que ha estado paralizando la puesta en marcha se solucionara, quizá podría plantearse un traslado por partes: los alumnos del Campo se irían a Olloniego y allí recibirían a los futuros. En principio, serían diferentes. Los del polígono acudirán a una especie de facultad gastronómica, con amplias cocinas donde poder experimentar sobre cómo evolucionan los alimentos. Aunque todo está en el aire.
Un espejo en el que mirarse podría ser el 'Basque Culinary Center', una iniciativa promovida por la Universidad de Mondragón en la que participan cocineros como Juan Mari Arzak, Martín Berasategi, Pedro Subijana, Karlos Argiñano o Andoni Luis Aduriz, entre otros, además del Gobierno vasco con la intención de ser referente internacional. Aunque en Asturias es difícil que se ponga en marcha una iniciativa en el que tantas partes estén involucradas con una intención tan amplia, quizá sea más sencillo aspirar no a ser referente en el extranjero, sino sólo regional, pero aspirar.

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